sábado, 31 de agosto de 2024

Sin indicaciones (25)

 


+ Una extraña melancolía me invade y que, creo yo, está relacionada con una inflada sensación de abandono, con una cierta incapacidad para escribir lo que estoy obligado a escribir. ¿Quién obliga? ¿Yo? Yo, sin duda, pero yo es un otro y ese otro me ha embarcado en un proyecto que hace aguas y que me resisto a abandonar. Resistir. No hay otra. La melancolía no es otra cosa que la inundación de la bilis negra, la etimología es clara. Una enfermedad moral, donde se enfrenta el deber y la ausencia de resultados. Por el momento, no cumplo plazos y eso me duele. Me duele la falta de seriedad. No puedo hacer que los demás pierdan su tiempo y el mes de agosto se termina: todavía queda un buen trecho. Trataré de sacudirme esa podredumbre que me acecha. Lo conseguiré.


+ “El verdadero arte […]”, comienza el poeta. Soy un nihilista, me digo y acierto. No existe un verdadero arte. 


+ “Una casa en la playa, humano / es el viento que durante el amanecer acaricia / la tumba entre los pinos, acero humano.” Simplemente, copio lo que escribí hace casi quince años y no añado nada, tampoco quito nada. 


+ Extraños caminos que me conducen al pasado y me produce este regreso una desazón que se relaciona con la melancolía de la que antes hablaba. Hundirse en biografías de personas que ya nada significan, que se alejan en el espacio y en el tiempo para transformarse en irreconocibles siluetas. Así, la melancolía no es nostalgia, porque yo no añoro nada: no deseo regresar, sino permanecer el aquí y ahora [y no lo logro].


+ Atrapo la palabra “sobredeterminado” y la apunto. ¿Su significado, una posible traducción, una exégesis? No. No es posible. Si elimino el contexto histórico y filosófico de donde la he extraído, ya no tiene sentido. Así, creo, sucede con un pez que se convierte en pescado; ya no es lo que era y ahora es otra cosa. El apunte que acabo de anotar me da medida de cómo los días van pasando: en esta rutina y en esta inercia. Lo veo y así lo quiero.


+ “Religión, política, ciencia. Las tres son formas de saber y son también formas de la organización del poder.” Continúa el curso en línea de QR. Tomo nota y anoto la cita. Aquí y ahora. Sigue una discusión personal sobre la ἀρχή. Reflexionar y tratar de recordar lo escuchado y anotado, el intento de recordar de una manera ordenada y precisa, me da cierta estabilidad. ¿Se ha disuelto la melancolía, en este punto de la semana? Al menos, se ha emboscado. En ese bosque, hundida en sus profundidades, ya no se percibe. Bien así.


+ Imagen: Un muro a las 6:45, hora mágica, en el camino al trabajo.