+ Según avanzo con la lectura de H. P. Lovecraft / Contre le monde, contre la vie de M. H. se confirma una antigua certeza. Sin determinar su beneficio o su perjuicio, alimentar el gusto literario crea una tendencia al relativismo porque los juicios morales son ajenos al binomio autor-obra, ya que la segunda toma vida por sí misma y en el primer sujeto resulta indiferente su virtuosismo a la hora de crear la obra de arte. Y, así, quizá se pueda extender a toda obra de arte, donde la pericia se impone a la buenas intenciones, pero, también, a las malas intenciones.
+ Se percibe sobre la superficie de las cosas una delgada capa de ciencia ficción. Un truco que se manifiesta en cada una de las tareas que en lo diario se van dado paso. La conducción, la consulta del teléfono, una foto que se edita con un fin diferente al que en primer lugar se propuso, los bolígrafos con tinta de gel, el sonido de las máquinas, el andamiaje y los apeos, la pantalla del ordenados […] Todo ello se debe a que la lectura de Anéantir comienza a obrar su meritorio efecto: el narcótico que ciertas lecturas suponen. En este caso, el desplazamiento de la percepción en obvio y está condicionado por la sucesión de imágenes, modos y maneras que ofrecen los personajes de la novela, también el paisaje y la arquitectura, el urbanismo y la decoración. La gastronomía, cómo no. Qué placer, lo sabía y ahora lo atestiguo.
+ Un recorrido previsible, traduzco con rapidez. He estado recolectando méritos para la plaza y acabo de leer la cita en la pantalla. Pronto iremos C. y yo a la parte de A Costa da Morte que no conocemos, que yo no conozco. Se suman realidades e ilusiones, alucinaciones quizá oasis en lo diario. ¿Son tan previsibles los recorridos? En cierta medida sí y en ello descanso, pero lo contingente acecha a la vuelta de la esquina. No creí que fuese a estallar la guerra en Ucrania. Me pregunto si he pecado de ingenuidad o me dejado arrastrar por los indicios que me llegaban desde los medios de comunicación; en cualquier caso, sí estoy seguro de que se escapa a mi capacidad la adivinación, pero no sólo a mí se me escapa. Me centraré en la lectura y en el próximo viaje, lo que llama en U.K. un mini-break.
+ [Mini-break]
+ Une haine absolue du monde en général, aggravé d’un dégoût particulier pour le monde moderne. Voilà qui résume bien l’attitude de Lovecraft [M. Houellebecq en H.P. Lovecraft / Contre le monde, contre la vie].
+ Hemos pasado C. y yo tres días en A Costa da Morte. El mar y su fuerza, la transición entre el campo y la inmensidad del mar me trasladaron a un estado de ánimo entre el asombro y la tristeza. Según el tiempo pasa, la inmensidad me condiciona y me obliga a inspeccionar el pasado, el futuro y evitar el presente. Como una cometa que sostiene en el aire, supongo que es una constatación de lo evanescente y frágil que resulta la vida. Todo cambia en un instante. Desde aquí vemos la guerra y no sabemos nada de ella, salvo las ráfagas que se destilan desde el teléfono o desde la radio. Yo sigo con mi letanía de indagaciones y no llego a ningún lado. Me condiciona la incertidumbre que la plaza me ocasiona.
+ Imagen: aquel mar, todos los mares.