sábado, 19 de marzo de 2022

Sin atajos

2017
 

+ La reflexión de la guerra siempre termina derivando en una reflexión sobre el ser humano, sobre su naturaleza y sobre la determinación de sus acciones. La pregunta sobre podemos encontrar una explicación psicológica en las razones que desencadenan la agresión no parece el planteamiento más adecuado. El otro día, en la radio, alguien, que no recuerdo el nombre, dijo algo que me pareció tremendamente acertado: Puntin es una estructura. De eso se trata. Es una estructura como lo fueron Franco, Hitler o Stalin. No deja de ser la cúspide de una pirámide con sus cimientos bien asentados en los micro poderes, que terminan por sostener todo el edificio. A la vez, veo imágenes y entiendo que no solo hay maldad, sino que la comprensión y la cooperación forman parte de esa naturaleza humana. Quizá no resulten posibles  las definiciones precisas, pero se debe intentar ahondar en lo leído y lo visto para establecer preguntas que nos permitan avanzar el en camino de la comprensión. Un camino, no una meta.

+ Tengo una lista que he titulado Haces, indicios difusos y condiciones de posibilidad. En ella apunto supuestos temas de conversación sobre los que reflexiono. La lista crece y yo encuentro que algunas intuiciones se dirigen correctamente hacia un destino. Las redes sociales, el auge imparable de los populismos, la información como generadora de realidad, etc. En fin, lo último que he apuntado es que la guerra que ha desatado Putin es un catalizador que nos introducirá en una suerte de ciencia ficción, que es la esencia ética y estética de nuestro tiempo. Triunfa el teléfono como elemento nuclear de la identidad.

+ Puntin es una estructura, y me lleva a pensar que toda explicación psicológica es errónea. Dicho esto, cierro el ordenador.

+ Continuo con la lectura de Anéantir. He terminado el ensayo de H. sobre H.P.L.

+ He tomado L’éducation sentimentale de su lugar, de la balda donde se aloja la literatura francesa. Apenas he leído 15 páginas y me ha golpeado, con suavidad, la erótica de la prosa de Flaubert. Hay cosas que solo se pueden entender con una lectura directa, el resto es olvido.

+ Imagen: 2017.