+ Con ánimo y entusiasmo trabajo en la Fábula mitológica de Faetón del Conde de Villamediana. El relato del mito de Faetón se acopla a la biografía del autor con una esperada simbiosis. El Conde ascendió y terminó por caer, como sucede con el hijo de Apolo. ”Oponte a la invasión de tu destino”, le dice Apolo a Faetón, algo que no es posible. Se une, así, este verso a aquella máxima rescatada de Heráclito de Éfeso: “el carácter es el destino”. Escribo y no puedo dejar de interrogarme sobre mi condición, sobre qué mito debería elegir para mí, como emblema, como el Conde parece haber elegido a Faetón, pero también a Ícaro. No encuentro respuesta, no quiero encontrar una solución.
+ A destacar: la rima Fortuna / Luna.
+ Regreso al programa de lectura: Paradiso y la poesía de Ángel González, Francisco Brines y Joan Margarit. Es sábado, llueve y hace calor, el ambiente está templado.
+ Ayer, C. y yo, fuimos a recorrer la costa entre A Garda y Baiona. En primer lugar, merendamos unas croquetas y un revuelto en A Garda, al tiempo que bebíamos cerveza helada. Magnífico. No hacía calor, no había viento, no había alborotos. La tarde poseía una calma basada en un cierto estatismo. No era temprano y decidimos regresar por la línea de costa antes mencionada, esa hermosa carretera con las montañas a un lado y al otro lado el océano. Fue cuando decidí acercarnos al Monasterio de Oia. Ya casi eran las diez de la noche. Había una fiesta en las inmediaciones y la gente bebía y charlaba, se reían y parecían felices. Pensé en los días del confinamiento y en que a mí no me afectaron tanto como le afectaron a otros. Se reían, ¿felices? La alegría contrastaba con la hierática permanencia de la mole de piedra, que se enfrentaba al océano en un imposible combate. La razón de ser de los monasterios y cenobios, el océano, el silencio roto por la olas y el ruido del motor. Mundo extraño.
+ “Todo se hunde a sus pies: ideología, patria, familia, fortuna, prestigio, es decir, honra. Todos los sueños juveniles se concentran en un destierro monótono y silencioso - a él, todo ruido, ornato y soberbia - junto al río Henares.” En la introducción de Obras del Conde de Villamediana, por Juan Manuel Rozas.
+ La imagen de Villamediana es la imagen del fracaso del que todo lo tuvo, y un todo, sin duda, gobernado por la soberbia. Nada escapa al barroco triunfo de la finitud y su obra nave este mar de desengaño y exceso. El desengaño es uno de sus más característicos emblemas, gobierna su poesía desde el inicio hasta el final, tal que un río subterráneo, un filón donde asoma su imagen desdibujada. Leo un soneto y pienso en instante en que culmina su composición, el tiempo que ha pasado desde entonces, la jerarquía que se ha impuesto, la brevedad de esta y recuerdo un programa sobre edades geológicas que ayer escuché en RNE. La poesía y las edades geológicas atemperan la perspectiva del diario, porque, así, lo cotidiano y la rutina quedan disueltas en ese terminarse que es la vida. Triunfa el Barroco, entre formas vegetales esculpidas en dura piedra y el incansable tic-tac del reloj; se muestras la vida en su plenitud veraniega.
+ Muere el día. Un vaso de café colmado, el teléfono, bolígrafos y rotuladores, libretas, un altavoz inalámbrico, folios, cuatro pinzas, libros, libros, una memoria externa, libros, una moneda húngara, fichas cubiertas, fichas vacías, fichas limpias, notas adhesivas, cables, un reloj, diccionarios, manuales, novelas y ensayos, el calendario, fotos, extensiones, libros. Muerte el día y los objetos dejan constancia de nuestro paso y tránsito por su dimensión. El tiempo y el espacio se confunden mientras caigo en el sueño, al que acuden historias que no recordaré. Despierto tranquilo y veo la hora en el teléfono. No es hora de levantarse y todavía podré dormir un poco más. Caído en ese hueco que es el sueño. Me transporto a otras edades que ya no me interesan. La edad no es una cárcel, la persona sí. Amanece, me levanto, hago ejercicio y la reiteración del día es un espejo donde disolverse. Regreso a la rutina.
+ Imagen: tres momentos, el mismo día.


