+ La selección que elimina lo superfluo es una forma de arte, donde el núcleo brilla en detrimento de todo lo accesorio. O más que arte, deberíamos hablar de técnica artística.La fotografía es selección para establecer lo principal y desechar lo accesorio, un ejercicio que tiende a la abstracción. Esta nota viene del debate sobre los límites del arte que durante esta semana ha tenido lugar. ¿Hay límites? Sí, a los que la pacífica convivencia obliga. Pensar que hay algo divino en lo artístico tiende a cerrar las posibilidades del arte mismo y ese punto donde el creador se superpone a la vida misma cae en el abismo del error. Por esto, la selección se convierte en el primer requisito, en lo formal y en lo temático.
+ La palabra, Romanticismo.
+ Tan poco está mal saber qué es ficción y que no es ficción, qué es novela y que no es novela.
+ Una manía: escribir en verde. En algún lugar leí que esto lo hacía Neruda, pero esta noticia me llegó posteriormente a mi decisión de que ciertas cosas las habría de escribir en verde. Las manías tienen su punto necesario siempre y cuando estemos dispuestos a desprendernos de ellas al menor cambio. Sea.
+ Recordando a mi padre y escuchando a Antonio Colinas, he regresado al lobo, un animal mitológico de la infancia sobre el que no he pensado demasiado pero siempre ha estado ahí. Un nexo y un vínculo con la infancia y ciertos paisajes. Los paisajes y sus símbolos resuelven temores y dudas sin necesidad de palabras. Y pienso, ahora, que debería volver a aquellas tierras, ya sin mi padre. Tierras entre León, Zamora, León y Orense. Presiento el viaje, lo planifico y es el proyecto, en sí, el viaje mismo. Mientras sigue el vídeo de Antonio Colinas, que me acerca a los paisajes que compartí con mi padre, en la senda de un tiempo que ya no será nunca más.
+ Imagen: desdibujada, la noche, en el regreso a casa.
