sábado, 14 de marzo de 2020

Artefacto

marzo-1955

marzo-1953

+ Comienzo la lectura de Fortunata y Jacinta. Resultará inevitable la comparación con Zola. Se tratan de mis lecturas en el gimnasio, mientras quemo calorías en la cita continua (como un hámster). Una cápsula. Construir cápsulas y establecer fronteras. ¿La lectura es una frontera?

+ Se ha instalado una extraña desconfianza hacia las artes plásticas tras la visita al Museo del Prado. Hace pocas semanas que me asalta la idea de la incapacidad de comunicación de las imágenes, la tendencia a la persuasión tan acusada que muestran. Recuerdo la afirmación sobre los textos griegos y las esculturas griegas, mientras los primeros sin conocimiento son impenetrables, las segundas tienen una conexión con el espectador, que a falta de la profundidad del objeto y sus derivaciones sí se pueden captar ciertos rasgos que están en la obra. Recuerdo la afirmación pero no el autor. Las posibilidades expresivas y comunicativas de ambas disciplinas artísticas ocupan ciertos paréntesis de lo diario, aunque la etiqueta “disciplina artística” me parece insuficiente.

+ ¿Son modos de comunicar, la escritura, la pintura? Recuerdo cuadros, en especial recuerdo a David Hockney. Uno, según cumpleaños, constituye un canon móvil de escritores, pintores y músicos. Esta triada es la que me ayuda, me cuestiona o sobre la que discuto. Se han asentado como se asienta el poso. La decantación y la sedimentación parecen arrojar explicaciones [variables] sobre el vasto universo que hemos elegido como objeto para contemplar, para estudiar, sobre el que escribir. Es más, quizá existan momentos en los que la comunicación sea algo secundario, prescindible, redundante. Y, así, llego a la lectura de los espacios que propone Foucault. Cuadriculados, recordados, abigarradamente coloridos. Espacios comunes, de paso, privados, íntimos. Un mundo, pero tengo presente los interiores de Hockney porque es  una instrucción de lectura, la lectura de los espacios.

+ En la primera hora de la mañana mientras Europe1 desgrana noticias sobre el Coronavirus. Mi juicio está en suspenso.

+ Regreso a la idea del primitivismo anarquista, tal vez ni siquiera sea un término correcto. Me parece que el diagnóstico es correcto: la tubo modernidad tecnológica y  la vida en el planeta son incompatibles. Dicho esto, ¿quién está dispuesto a renunciar a sus comodidades o a encaminarse a la extinción de la especie? Veo la foto de Thoreau y me digo que no. Yo no quiero vivir en  el bosque porque el bosque es un lugar inhóspito. Me gusta contemplarlo como el que ve al tigre en la jaula. Sin proyecto avanza la historia, después se corrigen los desmanes.

+ Comentar el mundo / evitar la descontextualizacion. [Dos máximas que me aporta Eduardo Momeñe; una vía de investigación]. Es un binomio adecuado para visitar exposiciones, más allá del dualismo: bueno / malo.

+ Daniel Darc - C'est moi le printemps. Vuelvo a escuchar la canción, en esta primera hora de la mañana del lunes. Me gustan esas dunas que se ven en el vídeo, el coche, el ambiente. La línea del horizonte. Un ritmo sencillo y una melodía que tiende a lo ingenuo, un contraste con la melancolía de la letra, su profundidad. El sencillo discurrir de la melodía trae consigo pronombres no utilizados, colores y escenas. Ahora estoy dispuesto a comenzar el día, tras el el sueño reparador, la tranquilidad del momento, en la expectativa sanitaria que tiene una traducción en crisis económica y social. Una cita de D.D., de su canción: «Un ange déçu, ange de néon Un ange de plus, ange de néon».

+ El tema es el coronavirus, presente desde la primera hora hasta el final del día. La crisis económica y social habla de nuestra época. Hay un punto de terror medieval en el relato que establecen los medios de comunicación. No hay un análisis adecuado, salvo el que realizan los expertos. La crisis es la retransmisión en directo de un espectáculo con grandes posibilidades, extensión de lo imprevisto, amplificación de lo paradójico. No es posible una opinión mesurada, la suspensión del juicio es precisa. Carecemos de datos fiables y todo está por escribir. Lo leeremos, pero por el momento se debe esperar.

+ Abro y cierro un paréntesis. Gadamer, por ejemplo. La lectura en la última hora del día, la sensación de penetrar con mayor profundidad en su Verdad y método. ¿Solo es una sensación? Ahora se iluminan las sombras y veo aquello en que no había reparado en un primer momento. Todo cobra sentido y mi intuición se aproxima bastante a lo que había previsto o adivinado. Indicios difusos que se concretan. He aprendido algo, que se muestra y tiene que ver con la lectura misma: el momento condiciona el sentido. El sentido, esa razón del lector, que completa las razones del escritor (ya difuminado en su imagen deletérea).

+ Una partitura o la equiparación de la lectura y la interpretación musical. «Je vais marcher au hasard sur la pluie» (Daniel Darc)

+ Imagen: se opone el teléfono en la tienda al cuadro (de Dalí) en el museo (MNCARS), la yuxtaposición arroja posibilidades de sentido que no se han previsto, pero eso ya no es asunto del que inserta las fotos, queda el que ha disparado transformado en uno más que ve las fotos, sin mayor autoridad.