sábado, 27 de septiembre de 2014
Viernes
+ El insomnio ilumina facetas, se abre una puerta que conduce hasta margen de nuestra mismidad. Extraños sonidos: un traqueteo débil, pero continuo, como una respiración, atenazado, sordo, certero; un grifo que gotea; el coche que rasga la madrugada; alguien regresa y la caja de resonancia que es el hueco de las escaleras amplifica esos pasos, esas risas, esas caricias [se pude llegar a escuchar como se desliza la mano por la espalda y como la risa se ahoga en un beso]. Hay libros en la mesilla. Poemas y análisis certeros. En este momento no interesan, el desasosiego y el desamparo entran en la escena para transformar el gusto. Idealizaciones, el camino que todos los días se recorre hacia el trabajo, ahora, parece una metáfora. No lo es. Tan literal como corto. El día asoma y la ciudad despierta, otros, todavía, duermen, yo no.
+ Se acumula la lectura, una semana más.
+ Cuarenta y cinco minutos en Portugal: un periódico, un café con leche, agua mineral con gas y una bolsa de patatas fritas. Ese fue el gasto que hicimos, nada más. Ahora, en la quietud de la habitación [del gabinete de lectura, mejor], paso las hojas del diario con indolencia. He leído un artículo completo sobre la elaboración de documentales, documentales que tratan sobre la dicotomía entre el campo y la ciudad. Pienso en ello: autopistas que conectan la ciudad con casas rurales, la ultra velocidad, pantallas de plasma y ofertas culinarias, ordenadores, teléfonos y animales en semi-libertad. Fotos publicitarias de compañías aéreas. Los aeropuertos son una metáfora del presente: su geometría, lo aséptico, el anonimato. Continuo. Paso páginas y me detengo una vez más en las fotos, en ciertos rasgos de la maqueta del periódico, en los rostros y en los gestos, en las pequeñas fotos tipo carnet de los columnistas. Todo es extraño porque no es necesario un proceso de desautomatización. El día comienza a declinar, es la luz de las últimas horas, cierro la revista que acompaña al diario y pienso en cómo explicaba un reportaje la sexualidad de David Bowie, entre el plan de marketing y la caricia áspera de la incontinencia, la doblez, las barreras traspasadas y las nuevas opciones: la monogamia con Imán. Así se postulan las posibilidades que el día trajo. Un día libre, un día de vagabundeo y pescado en los puertos salvajes: escolleras, playas y un mar infinito: al otro lado está América, me dice mi padre y es verdad.
+ "Luego, la noche toda quitándome, como telarañas, loros y enredaderas de la cabeza. ¡Qué fiebre verde y roja, verde y azul, verde y amarilla, verde!… Y amanezco envenenado". Juan Ramón Jiménez, Diario de un poeta recién casado CCXXVI.
+ Ilustración: en Portugal, a la orilla del Miño: [la luz intensa, el aroma del café, una posible geometría].
