+ Las calurosas tardes en el hospital arrojan la visión de una vida detenida, ausente de la realidad, un reloj parado que siempre marca la misma hora. La ausencia de decoración, la liviana estructura, el filo de los elementos de acero, las ventanas que nunca se abren, la atmósfera y los olores, penetrantes y llenos de enfermedad con la esperanza de la salud, también el remedio y la ilusión. Las habitaciones de hospital nos trasladan a dramas anteriores y a victorias recientes, a la lucha y la imposibilidad contra la que la voluntad se estrella. Novelas, crucigramas, televisores insomnes, literatura y artificio contra la realidad de la carne y la ausencia de espíritu. Se debate el esfuerzo y la desmayada asunción de una fiebre alta, unas décimas tal vez. Mientras, en esos mismos muros, habita el virus y su retórica que inunda los noticiarios, cada día un poco menos, cada día que pasa un poco más en el olvido. Escribo y sé que también pierdo algo en cada golpe de tecla, esa lírica que tiene el silencio, el acorde sostenido de los versos no leídos, la memoria húmeda de los días de fiesta y amaneceres rotos entre risas y copas de licor. Todo está aquí, todo se contiene en este instante.
+ Sigo con la preparación del examen y me extravío en temas tangentes. Es una descompresión admitida y necesaria. Mi interés es amplio y versátil, por todo me puedo interesar ya que considero que cualquier cosa pertenece a un ámbito más amplio donde yo habito, donde quiero habitar. Así se afianza la voluntad, pero también su premio.
+ Última hora de un martes cualquiera de un mes de septiembre más, uno más en el largo camino ya recorrido. El mes de septiembre, mi mes predilecto, una querencia dominada por esa luz tan especial, que baña de intensidad los perfiles y las siluetas con una capa de elegante presencia. No es poesía ni pintura, solo el recuerdo de viajes y conversaciones, un licor lejano y el atisbo de otro horizonte. Tal vez Normandía, tal vez Nápoles, la presencia del océano y su majestad.
+ La extensión de las entradas se ve reducida por el efecto de ese examen que debo preparar, que quiero culminar con éxito. Importa más la presencia que la cantidad.
+ Imagen: un puente en medio de la nada, un puente que merecería un estudio, un poema, una canción. Quizá, una canción.
