sábado, 11 de enero de 2020

Obstáculos


Braga-Portugal


+ [Regreso al trabajo]: Un jueves muy atareado. Un jueves donde me encuentro con diversas situaciones que dan lugar a conversaciones que generan asuntos para resolver. Las palabras, los hechos, la realidad del reglamento. La oposición entre lo que semeja lógico y el enfrentamiento con la dura e impenetrable arista del artículo de la ley. No discuto, aunque esté en mi oficio la dialéctica, donde yo tiendo siempre hacia el consenso. El silencio es un arma potente, m¡me digo, destructora. Enfilo la carretera y me siento un poco más incluido en lo diario, en esa sucesión de acciones y distensiones. Soy yo. Mi fuerza se refugia en sí misma.

+ «Un voile de cedres semblait s´être répandu sur les esprits», Michel Houellebecq en La carte et le territoire.

+ La música me acompaña en la conducción. Marca los ritmos y establece distancia con el presente. Recuerdo que hay una tipo de música que me lleva a la Meseta y a Madrid, a pueblos de Castilla donde he estado y se mantiene un aliento lejano y antiguo. Son composiciones para guitarra y orquesta, una ilustración de mis recuerdos. Por ejemplo, Andrés Segovia y la Fantasía para un gentil hombre, del maestro Rodrigo. Calles acuchilladas por el sol, azulejos y ladrillo, la vista de los paramos, el calor de la leña en un bar de carretera, olor de hoguera y sabor de vino.  El deslizarse de los coches por las carreteras, una conversación que regresa del pasado e ilumina una advertencia, una apreciación sobre el paso del tiempo (siempre el paso del tiempo). Ahora suena la orquesta, calla la orquesta y aparece la guitarra. Esa dignidad, su grandeza. Subrayados en lo diario y la renuncia a la vida de la fama. Cambio a una versión de John Williams y me detengo en la Españoleta y Fanfarria de la Caballería de Nápoles. Me intriga como me lleva la música al pensamiento y cómo éste se disuelve en su misma propuesta. Dejo en suspenso todo lo que me llega del pasado y me centro ¡sólo! en la música.

+ ¿Está Nápoles contenido en la Fanfarria de la Caballería de Nápoles?

+ Han terminado las Navidades. Se van y un ciclo se cierra, comienza otro: los límites son el inicio del año y el regreso al trabajo. Durante las Navidades he planificado un viaje a Madrid para febrero, . Todo es un sucederse sin interrupciones, la materia de la vida, el color de los días varía lentamente: del otoño al invierno y del inverno a la primavera. Una sucesión fijada que nos sorprende cuando no hay lugar para la sorpresa. Apago el ordenador, me levanto y me dirijo al trabajo. Los ciclos y su ritmo son uno de los rasgos a tener en cuenta en lo diario, en la configuración de lo cotidiano (ese infinito marco de realidades y sorpresas, curiosas sorpresas). No dejemos que la rutina triture la fuerza de lo cotidiano. Pero se aproxima una tormente.

+ Otra visión musical del mundo, dicen en la radio a cuento del músico kurdo que mezcla música electrónica y música tradicional. La música ilumina la mañana. Omar Souleyman.

+ Ocupaciones diversas que consisten en arreglar los asuntos de los demás, colaborar en su resolución. Son tareas pesadas pero que, paradójicamente, resultan agradables. El hacer por la persona amada tiene recompensas insospechadas. En el otro lado del espejo está la maldad y la estupidez, la mezquindad y la miseria humana. El tonto se cubre de maldad y es de temer porque nunca busca su beneficio, sino una extraña simbiosis con su prescindible ego. Una lucha entre la armonía y el ruido. No habla, rebuzna, pero sus rebuznos resultan ser dañinos, hirientes, percutores. El poder en manos de un tonto es muy peligroso y si además es mala persona las consecuencias resultan imprevisibles. De eso se trata la tormenta que se aproxima, de la unión entre la estulticia y la maldad y cómo amenaza a C. Una maldad gratuita y sin beneficio contra la que luchar. Pero C. es fuerte y el ogro se disolverá en su bilis. Espero que pronto salgamos de la tormenta y veamos la luz, sin volver la vista atrás, esas son las complejas gestiones que debo llevarse a cabo, y con gusto lo hago.

+ Es tarde, muy tarde y no soy capaz de dormir, todavía estoy rumiando la idea que me asalta: maldad y estulticia. El reloj marca el compás y fuera llueve levemente. Cuerpos en la sombra, como iluminaciones o quebrantos de inmensas fortunas. Imágenes que se superponen, que se solapan contra el fondo, el oscuro fondo. Poemas que no recuerdo y vendrían al caso. La semana se ha fragmentado.

+ La vieja frase que el abogado no conocía: más vale un mal arreglo que un buen pleito.


+ Imagen: una vez más, la ruptura con la representación y la propuesta abstracta.