+ El mes emprende su segunda mitad y la primavera reina en los jardines. Huyo de lo esencial y me centro en la circunstancia. Camino temprano bajo el influjo de la luna. Todavía no ha amanecido y la ciudad comienza a moverse. Reflexiono sobre el hecho de contar una vida y me encuentro que todo es opinión, la estructura eleva el edificio, pero luego debe ser habitado.
+ El motor del coche dispara mi imaginación. Lo observo mientras M. cambia la bombilla fundida. Cuántos kilómetros hemos surcado juntos. Le agradezco todo este tiempo y su aristocrática humildad, ese recogimiento. Es negro y su tiempo es otro, como también el mío navega entre el pasado y el presente. Yo aparto el tiempo y me centro en lo que de Bach suena en el reproductor. No soy yo, pero sé quién soy.
+ Debates sobre lo que es arte y lo que no es arte, cuanto todo se reduce a que lo arbitrario guía lo humano de manera incuestionable. La arbitrariedad del signo lingüístico gobierna lo humano, como la muerte condiciona toda su realidad. ¿Arte? Buena definición que establece que arte es lo que en el museo se cuelga, lo que como tal aparece en los libros de historia del arte. Lo sabemos, la etiqueta nace en el XVIII y se hace solida en el XIX, el decurso de los siglos siguientes matiza los aspectos secundarios, pero el núcleo permanece, Pronto iremos a la exposición de Tàpies en Madrid, en el Reina. Bien, comprobar los tiempos, adecuar las esperas y realzar el criterio. ¿Es el mismo pintor de mi infancia, aquel que tanto me llamó la atención? No lo sé, pero debo comprobar que el paso del tiempo afina el criterio. Vale.
+ Leo sobre el silencio en un poeta determinado, en él en concreto. El silencio lo reclama como bandera o emblema y yo lo acepto. Hoy guardo silencio (es el día mi cumpleaños). Detenidamente, leo con atención su poema sobre el petrarquista silencio de la dama, ese conjunto convencional de motivos. Lo extraño es poder leer, poder entender, crear contextos que se adaptan a nuestro presente con aquella lejana partitura. El silencio otra vez ocupa mi tiempo, mi interés retrata mi presente, mi pasado. El silencio, un espejo.
+ Imagen: Un elemento arquitectónico que no destaca especialmente, pero el paseo hacia el trabajo lo ilumina: todavía no ha amanecido y la luz viste el hormigón de una extraña apariencia, no será lo mismo durante el día. Vale.



