sábado, 9 de octubre de 2021

La complicación

Mercería
 

+ Que la comida aporta felicidad no es ningún descubrimiento, pero atestiguarlo resulta ser un principio de alegría incuestionable. Ayer, viernes, C. y yo fuimos al italiano que solemos ir. Pedí pizza y el sabor intenso del Gorzonzola me devolvió el entusiasmo hurtado por los días de estudio, siesta, trabajo y sueño, en ese orden milimétrico y ordenancista. La culminación fue el tirsamisú. Me gustó ver como la gente disfrutaba con la celebración de cumpleaños y cenas de amigos. Quizá durante mucho tiempo he minusvalorado estas pequeñas delicias que se insertan en lo cotidiano y cotidiano son también. En la hora de recuperar la fuerza necesaria para el camino diario es esta una gran confirmación: la comida aporta felicidad. En ello estoy.

+ Escucho en la mañana del sábado asuntos turísticos sobre Dakota del Sur.

+ Espontáneamente digo: “… y no hablaba a humo de pajas.” En definitiva, la cervantina expresión se ajustaba a aquel preciso momento, a la conversación, a la persona que yo calificaba por su sensata seriedad. Resuenan ecos de nuestras lecturas y de otras influencias, como un eco que se expande más allá del momento y el lugar.

+ Pienso, durante un momento, en la necesidad que las personas tiene de adquirir elementos que completen y realcen su identidad. Un amplio arco que puede ir desde una bandera hasta la  entrega al deporte [aficionado]. El arco que he propuesto no responde a ninguna sistemática y es algo que me viene a la cabeza después de observar a corredores y ciclistas por las calles de esta ciudad, que se entregarán mañana a competiciones de aficionados pero con una seriedad, quizá, superior a la propiedad de los profesionales.

+ “De una dama que, quitándose una sortija, se picó con un alfiler”, Góngora. Me llega un artículo de Luis Beltrán Almenara sobre este soneto. Lo leo, fragmentariamente, en el teléfono. Leo el soneto y leo el artículo mientras espero y, al tiempo, no dejo de pensar en las intenciones del texto en su momento de su creación y en estos ámbitos que alcanza mientras se expande. No hay una respuesta clara, como casi siempre. Leo y me admiro de la destreza y la complicación, y sé que esta naturaleza es su razón de ser. Algo que se mantiene. La complicación , esa necesidad de entender y la dificultad misma de llegar hasta ahí. El centro del poema podrá ser irónico o podrá tratar de establecer una nexo estático entre la tradición y su momento, la modificación del tópico petrarquista, pero se mantiene esa complicación a lo largo del tiempo. Desentrañar el poema no deja de ser también otro pasatiempo.

+ Imagen: mercería.