sábado, 6 de febrero de 2016

Nuevas profesiones




+ La mañana se revela en estanques, esteros y pozas. A lo lejos, bajo las nubes, se eleva el dibujo de las montañas. Son las primeras horas de luz del día, pero es un día nuboso, cálido, sin lluvia. El verde se ha apagado y asoma como una negruzca pincelada, profunda: negra el borde, verde en su centro. El puente es el trazo nervioso entre la niebla, tirantes y líneas rectas que se desvanecen. Camina un perro por el arcén, las cunetas atesoran piedras y arenas plateadas, cae una columna de agua con fuerza. Hay música más allá de la ría. Y una vez más, pienso en la soledad, en la música que arropa el sueño. Los coches son autómatas, los conductores estelas de sueño y sombra, como si una mano invisible los impulsase en esa carrera hacia los trabajos y los jornales. Es insoslayable: toda esta actividad se torna absurda si se para uno a pensar, como el que van en bicicleta y piensa en el equilibrio: se cae al suelo.

+ Dos cuervos solitarios cruzan sobrevuelan los altos eucaliptos. Pienso en Odin y regreso a mi tarea. Pienso en todos los poemas que una y otra vez leí durante los últimos meses. Alguien, en una emisora de radio, reclama una voz solida de cultura y estudio, pues es la única posibilidad para la duda. No tengo dudas, tampoco respuestas ni certezas, hay un momento de conciencia en suspenso, la tranquilidad: sólo la tarea diaria, a cada momento lo suyo, sin prestar atención al anterior o al posterior. El día se desvanece sin pesadumbres. Otro comienza.

+ El tajo es la duda y la duda es el tajo, apunto en un papel que más tarde pierdo, pero ya no olvidaré la frase: carece de sentido, su interpretación se abre y se cierra como una flor venenosa.

+ [Visiones desde noche tardía sin sueños, ni pesadillas: un poema (im)posible para una cam-girl muy joven]. La cam-girl se queja de la soledad y los mirones le susurran que es hermosa, que es muy dulce y su voz destila inteligencia. Ella tiene una mirada triste y es más triste cuando empuña el dildo multicolor, de cristal o de acero: quién sabe. Los mirones susurran sus tontas consolaciones: sólo buscan ese espacio sexual entre el alivio y la prisa. Ella gana unas monedas, unos billetes y alguien piensa en ella, alguno que la amó en secreto y sin esperanza. La cam-girl es hermosa y muy joven, pero tiene conciencia de la textura vital que la maldice, que la hunde en una tristeza motivada y visible. Los mirones no tienen sensibilidad, sólo desean ver sus pequeños pechos, sentir su calor en el frío del cristal de la pantalla. Hoy sus sueños le hablaran de cuervos y tres elementos fundamentales: el ritmo, la transformación y el amor. Todavía una chispa de alegría la espera al despertarse. Sonidos que vuelan, cuervos que advierten del peligro: no te duermas porque ahí está acechando el engaño.

+ En el Casón del Buen Retiro reza una sentencia: Todo lo que no es tradición es plagio. No lo sabía y continuo perplejo: cuántas veces pasé por allí y nunca se me ocurrió leer lo que en el frontispicio está escrito. ¿Qué aporta, qué actualiza? Una certeza lejana que nos lleva a poemas sobre la guerra y la tristeza del mes de abril: el mes más triste. Pero basta ya de acertijos. Madrid es una esperanza de alegría en el horizonte. Pintura, paseos y el amor.

+ La coloración de la ría oscila entre un azul ultra titanio y el reflejo hiriente del mediodía, una luz deslumbrante que se estrella contra el agua, con un leve matiz verde. Los cuervos retoman el camino de regreso, todavía queda una hora y media de jornada laboral. La circunferencia se cierra.


+ Imagen: libros sobre pintura, libros de grandes dimensiones y portadas coloristas; libros que son objetos y su función está en otro lugar que no es la lectura, sino la contemplación o el ornamento. Como siempre, las posiblidades están extrañamente abiertas, para sorpresa de los creadores del momento. [Sic].