sábado, 13 de febrero de 2016

Detritus (I)




+ Entereza. Aguantar. Al mal tiempo, buena cara. Todo es opinión. Hay cúmulos de sentencias que nos ayudan a llevar con 'entereza' la carga de lo diario, sin saber que es lo diario,  sin saber que en la realidad se esconde un mundo fascinante. Más allá, de la fantasía, la realidad ofrece tantas caras que son inabarcables.

+ Ha llegado la lluvia. Lluvia y niebla. Poco a poco se desvanece el paisaje, un difuminado sistema de bateas y barcos está próximo a desaparecer definitivamente. Como un chispazo, me viene a la memoria La muerte en Venecia: la película. La niebla es engañosa, pervierte la percepción. Los coches sólo son luces rojas que se alejan, luces amarillas que se aproximan. No hay colores, no hay formas. La muerte en Venecia pertenece a un momento significativo, hoy es un recuerdo complejo, muy difíicil reconstruirlo.

+ Lo recordado siempre es una elaboración creativa e interesada, conforme a unos objetivos discursivos. La retórica, la estrategia, la táctica. "Seamos pragmáticos", parecen recitar los cuervos que se alejan hacia los altos eucaliptos.

+ Parecen recitar los cuervos el Salmo 127.2 : "De nada sirve trabajar de sol a sol /y comer un pan ganado con dolor/ cuando Dios lo da a sus amigos mientras duermen"

+ El puente se transforma, la lluvia y la niebla: le otorgan otra vida. Los barcos emprenden su camino al centro de la ría. Llueve con fuerza. Observas esas hojas esparcidas por el asfalto, su textura es una posibilidad. Sedimentos, arterias, venas calcificadas. Las observas y no hay nada que añadir.

+ Hoy no dormiré y no es una promesa, ni un divertimento.

+ Imagen: madera bajo la lluvia.