sábado, 18 de abril de 2015
¿Metáforas o metonimias?
+ Los Rolling Stones suenan incansables en el reproductor del coche. Es el camino a las playas. La gente corre con despreocupación y el filo de las guitarras es un perfil exacto. Alguna armónica, algún violín, una escala pentatónica menor, la afinación en sol, el deslizarse del bottleneck. Todo está en calma, la perfección es el nombre del instante anterior, el momento que se desentiende de su existencia. El ritmo se acelera y el sabor del café tiene aspiración de eternidad, ese momento que no volverá.
+ [Aproximaciones]. Una lectura literal de sus palabras indicaba más de lo que él desearía. Desnuda su expresión de toda tintura irónica, mostraba lo profundo de sus desprecios. Me gustaría saber hasta qué punto tiene sentido emplear la palabra profundo, pero, así también, es literal: una sima que se hunde en su vocabulario, en las modulaciones de su voz, en el estigma que palpita. Sacó una vieja agenda que se cerraba con una goma de plástico, y dijo que allí residía su poder, explicó detenidamente qué entendía por poder, su voluntad como piedra de toque. Guardó la agenda en un bolsillo interior de la chaqueta. Era la segunda vez que le veía y era la segunda vez que me mostraba la agenda. No me produjo curiosidad, pienso que no tengo necesidad alguna de conocer su contenido. Sin embargo su hija era un interesante misterio, pero la resolución de los enigmas que suscitaba requería determinaciones que yo no estaba dispuesto a emprender. Su rostro andrógino, su revamp style, el pelo y su consistencia, las blusas y las transparencias, el nerviosismo gestual, la mirada firme y afilada. Su erotismo es venenoso y lejano, para la contemplación y, mientras se mantenga la distancia, agradable. Apagué el televisor, era hora de descansar.
+ [Otro día: cambio la lista de reproducción y elijo el álbum blanco de los Beatles y surge otro paisaje, otros ámbitos: hay una cuestión en aire que está a punto de incendiarse, pero ese prólogo no llega a tomar forma por carencia de comburente. Todavía es noche cerrada y el avanzar por la carretera hacia el centro de trabajo tiene algo fluvial y antiguo, pero la noche no es una certeza, es una realidad, la noche oscura del alma].
+ Los bosque guardan sus miedos y sus alegrías con avaricia, ¿son metafóricos o metonímicos? Quedan, por un momento, a un lado. Procesos que se detienen pero que en cualquier momento retornan a la composición. Cómodo fue el hijo de Marco Aurelio, el contraste entre el padre y el hijo es más que notable. Hay un simetría que se mantiene, que ayuda a comprender lo permanente. Los bosques reverdecen. Las hojas comienzan a tapar las capas de liquen que se acumulan sobre los troncos y las ramas. Es otro paisaje, son otros padres, son otros hijos: permanece la relación y la posibilidad del error. Del hombre bueno nacerá un demonio, y no reconocerá su persona en la de su hijo. Un tono profético ilumina la semana, la posibilidad del error está siempre presente.
+ More or less, Nietzsche: lo que no te destruye te hará fuerte.
+ [Imagem]: el que camina por el museo, su avaricia de imágenes: dispara sin descanso, camina y dispara, se detiene y dispara. Dispara. Más tarde, se disuelve en la masa que transita las calles. ¿Metáfora o metonimia?
