sábado, 21 de diciembre de 2024

Prima facie [a primera vista]

 


+ Bajo la égida del convencimiento que muestra Quintín Racionero: “toda experiencia es radicalmente histórica”. A ello me ciño e inicio el rito de los finales de año, el final de este año 2024, con la incertidumbre del futuro, tan acelerado como reiterativo. Sin esa visión de histórica de la realidad no hay otra cosa que desorientación. Por esta razón, trato de establecer un marco contextual de mi propio yo, de los que me rodean y de la amplitud de la nación a la que pertenezco [en última instancia prefiero el término estado a nación, por las condiciones de singularidad que tiene este último término: negativas connotaciones en el relato que he construido para poder explicarme mi inacabada mismidad].


+ Hay extrañas maneras en lo cotidiano, extrañas personas con extrañas maneras, preciso. Gente que tiene la extraña especialidad de retirar, sin motivo aparente, el saludo a cualquiera, tras años y años de saludar. No se puede buscar la explicación para estos comportamientos porque se debe preservar ese misterio que solo incumbe a la religión de la ciudad. Aquellos personajes cumplen una misión secreta: recordarnos que la estupidez habita entre nosotros y no debemos olvidar su presencia. Mensajes que flotan en el aire y que hay que observar sin demora.


+  Un aire que, electrónicamente, llega desde Tánger. No me pregunto nada. No hay misterios. Me gustaría que una niebla recubriese este momento y aparecer un jardín, renovado, joven, sin ambiciones, en un estado de serena indiferencia. No es así. No hay misterios. Una poética que se desarrolla en aviones, hoteles, trenes y coches alquilados. Un simulacro del viaje. La mano amada en lo confines de la noche. Lo automático. Ese aire de Tánger vuelve otra vez. Hoy Tánger, ayer Buenos Aires. ¿Mañana? Viajes que no se concretan, pero palpitan. Su latido refleja los recónditos senderos de la noche, más que una cartografía reductora.


+ A primera vista se reconocieron y en un instante el pasado regresó. 


+ Imagen: en el regreso a casa se hace materia un escenario: siempre ahí, ahora reconocido. A primera vista.